Padre nuestro..., Dios te salve, María...,
Creo en Dios
Al comienzo de cada decena (1 vez):
Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo,
nuestro Se?or Jesucristo,
como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada cuenta de la decena (10 veces):
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al terminar (3 veces):
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
?Hoy he librado una lucha por un alma con los espíritus de las tinieblas. Qué odio tremendo tiene Satanás por la Divina Misericordia; veo cómo se opone a toda esta obra.? [Diario, 812]